El pasado sábado recibimos en Alicún una agradable sorpresa. En su camino, tomó una parada el Rey Baltasar, a quién le acompañó una nevada que cayó en nuestro pueblo como nunca se había visto.
Niños y mayores aprovecharon para saludar y fotografiarse con el rey mago, y, después, los niños disfrutaron con los juegos infantiles en la plaza. Unas navidades mágicas que este año han venido vestidas de blanco.